Hamburguer Bahnhof

Richard Long. “Berlin Circle” 1996.

Anselm Kiefer. “Volkszählung” 1991.

Este museo ocupa un edificio neorrenacentista que fue la estación de ferrocarril de Hamburgo desde 1847. Abierto al público en 1996 tras la rehabilitación de Josef Paul Kleihues.
El Profesor es un amante de la obra de Joseph Beuys y sin tener la certeza pensaba que como en todo museo alemán de arte contemporáneo que se precie, debía de haber obras suyas. Así fue, todo un ala dedicado a él y en la parte superior agradable sorpresa un trabajo que desconocía, del artista sudafricano William Kentridge; “Journey to the moon” 2003, su divertida versión del viaje a la luna de Georges Méliès.

Una pieza en el jardín.

También podemos encontrar aquí sobredosis de fotografías de Thomas Struth, como en el resto de las galerías de la ciudad, un magnífico círculo de Richard Long y diversos Kiefer de gran tamaño, a destacar una descomunal biblioteca de libros de metal, pieza que se comprende solo verbalizando; enormes libros plagados de semillas, aunque imposibles de manipular.
Sin duda uno de los mejores museos de arte moderno de Europa.

Preparación de la exposición Schmerz/Pain.

Deutsches Tecnikmuseum Berlin

Edificio nuevo. Luftahrt.

El camión aéreo americano Douglas C 47 denominado “Rosinenbomber” (Bombardero de uvas pasas), que recuerda el puente aéreo sobre la ciudad realizado por los aliados entre 1948 y 1949 debido al bloqueo soviético. La ciudad fue abastecida -2,3 millones de toneladas- mediante aparatos como este, que realizaron 212.612 vuelos, en los momentos de mayor intensidad aterrizaba un avión cada 63 segundos en el aeropuerto de Tempelhof.

El Junkers Ju 52 de Lufthansa.

El museo de Berlín que realmente emocionó al Profesor fue el Deutsches Tecnikmuseum en el barrio de Kreuzberg. Fundado en 1982, es un museo que engloba toda la historia de la tecnología nacional. Teníais que haber visto al Profesor correr de un lado para otro como un niño de pueblo en la gran juguetería de la capital, es tan grande que permite piezas de tamaños enormes; docenas de locomotoras y vagones de distintas épocas, aviones, barcos, automóviles, estudio de grabación de TV, un plató de cine, una fábrica de cerveza, ordenadores prehistóricos, un molino, exposiciones monográficas sobre la industria lechera, los submarinos, literatura y avances tecnológicos, una colección de sobres de azúcar del mundo, teoría de la navegación, manufactura del papel, confección textil, fotografía… aquí tenemos que hacer un inciso porque de todos es conocida la industria alemana en cuanto a óptica y maquinaria fotográfica, el Profesor se emborrachó de cámaras y artilugios primitivos para retener la imagen fija y en movimiento y también hizo un alto especial en el apartado de juguetería, y es a su edad aún es como un niño.

Schienenverkehr.

Apartado dedicado a la fotografía estereoscópica y Wieb Master.

MUSEUMSINSEL

Pergamonmuseum

La entrada a la puerta de Ishtar de Babilonia.

El altar de Pérgamo (170 a.C.)

La isla de los museos.

Al Profesor le encanta caminar, y sobre todo le encanta caminar en los grandes museos. Le das un museo enorme y lo haces feliz.
Berlín es una ciudad repleta de grandes museos, es tal que hasta tiene un barrio dedicado solo a ellos, es el MUSEUMSINSEL. Como su nombre indica es una isla, formada por los afluentes del río Spree, entre los barrios del Este y Unter den Linden. La parte primigenia de esta ciudad donde se asentaron los primeros pobladores.

El mas famoso de sus cinco museos es el Pergamonmuseum, denominado así porque guarda el altar de Pérgamo entre otras muchas colecciones de antigüedades griegas, romanas, de Oriente Medio y de Oriente Próximo resultado de numerosas expediciones arqueológicas alemanas de finales del siglo XIX y principios del XX.
Así podemos encontrar las paredes de madera magníficamente trabajada de una casa siria, la fachada de un palacio del sultán otomano Abdul Hamid en Mshatta, la puerta del mercado de Mileto de mas de 16 metros de altura, la famosa puerta de Isthar de Babilonia y sus leones de ladrillos vidriados, parte de un palacio asirio, mosaicos romanos, y cualquier cosa de gran tamaño que puedan imaginar.