Eduardo Chillida; PISTAS.

Bundeskanzleramt (residencia del canciller federal). Berlín.

Mientras esperamos si aparece el “liberador” del primer libro, proseguimos.

Hace unos días María mencionaba en otro blog que no le gustaba la obra del artista Eduardo Chillida, que no la entendía. Bien el arte no es necesariamente para ser entendido, sino para ser disfrutado, tanto el que lo realiza como el que lo contempla, no obstante un poco de información siempre es necesaria para poder gozarlo plenamente. Algo tan simple y ni siquiera se enseña en las escuelas de arte, el Profesor me ha dictado algunas de las claves, de las pistas necesarias, para poder rascar un poco en la profundidad del trabajo del artista donostiarra.

Museo Chillida Leku. Hernani.

Para empezar mencionar una moderna definición de escultura, la doble negación de Rosalind Krauss; La escultura no es el paisaje, la escultura no es la arquitectura.

Y una clásica, la famosa anécdota de Miguel Ángel Buonarroti que permanecía días enteros en las canteras de Massa Marittima o Carrara en los Alpes Apuanos italianos, contemplando la extracción de piedras, hasta encontrar aquella que llevaba en su interior la escultura que quería realizar, una vez hallado su “Moisés” o su “Pietat” el resto era muy sencillo, solo había que desprender del mármol la piedra sobrante.

Esta es la dualidad de la escultura en piedra; interior, exterior. Cada material tiene su lenguaje propio, cada técnica aborda temas diversos.

Museo Chillida Leku. Hernani.

La anécdota del propio Chillida es muy ilustrativa. Eduardo en los años cuarenta era estudiante de arquitectura y popular jugador titular de la Real Sociedad. Jugaba de portero y todos sabemos que el portero utiliza fundamentalmente sus manos para trabajar.
El tema de las manos aparece constantemente en su obra; cientos de dibujos. Su ejecución partió también de una profunda reflexión.

Eduardo tenía mucha facilidad para dibujar, su mano era muy rápida, no le daba tiempo a pensar en el siguiente movimiento, así que un día decidió ejecutarlos con la mano izquierda, de trazo mas torpe para un diestro, pero que en cada pausa tenía que decidir cual era el siguiente paso. Observar esos dibujos y veréis el tiempo detenido en las gotas de tinta a cada cambio de dirección. Por otro lado con una mano podéis crear todos los juegos de formas interior-exterior de sus piezas.

También hay que agregar aquí que el dibujante traza una línea que no existe, justo allí donde termina la forma, esa línea no existe en la mano, es el límite. La definición de límites es uno de sus temas.

La palabra vasca LEKU significa espacio pero también lugar y sitio.
No solo es importante el espacio en sus obras sino también el tiempo.

“El espacio será anónimo mientras no lo limite. Antes mis obras eran protagonistas. Ahora, deben ser medios para hacer protagonista el espacio. Y que deje de ser anónimo”.

Y hasta la luz, observar como la luz penetra en la piedra agujereada, como se refleja en la superficie de los materiales, y como utilizó el alabastro –mineral traslúcido- para ello.

“Peines de viento”. San Sebastián.

Cuando tengáis alguna duda sobre una pieza remitiros al título, -tanto para una escultura como para un film o una novela-, el título aporta siempre una pista fundamental; “Lo profundo es el aire”, “Lugar de encuentros”, “Peine de viento”,”Vigía”, “Elogio del agua”, “Elogio del horizonte”, “Consejo al espacio” y tantos otros.

En una ocasión Ignacio –uno de los hijos de Eduardo- le dijo al Profesor.

“…si, mi padre tubo que dejar el fútbol a causa de una lesión, si no hubiera sido por ello, fíjate tu, mi padre hubiera sido solo un futbolista ”.

“Chillida Codis” Tecla Sala L´Hospitalet.
Exposición itinerante de material gráfico. 6 set- 21 oct. 2007.