Tom ha vuelto

“En el centro de este disco está mi voz”. “Vuelco todos mis esfuerzos en resoplar, dar zapatazos, llorar, gemir, resollar, emitir sonidos inconexos, irme de la lengua, bramar, gimotear y seducir. Puedo conseguir que mi voz suene como una chica, una pareja de baile, un petardo, un payaso, un asesino... Puedo parecer tribal, irónico o angustiado. Mi voz es en realidad mi instrumento”.

En realidad Tom siempre está aquí, es ese amigo que de vez en cuando toma su viejo 55 (Ol´55) y aparece frente a nuestro porche con un par de botellas y una sonrisa. En el 2002 esas botellas tenían escrito en las etiquetas “Alice” y “Blood Money”. No volvió hasta dos años mas tarde, con una bonita botella de raro licor; “Real Gone” que nos puso las pilas durante un tiempo.
Esta semana vimos de nuevo a Tom, no llegó en su auto como de costumbre, sino en un destartalado autobús de la Greyhound para recordar viejos tiempos, le pidió por favor al conductor que se detuviera cerca de casa y allí lo encontramos, en la polvorienta cuneta, con su sombrero, un roñoso megáfono y una caja repleta de buen vino, para que la fiesta dure unos cuantos días, esta vez en la etiqueta pone, “orphans”.

Tom ha vuelto rodeado de sus amigos; “pendencieros, gritones e hijoputas” siempre dispuesto a seguir su camino. Ese camino tomó una inesperada dirección el 92 con “Bone Machine” y lo recalcó -por si había dudas- el 99 con “Mule Variations”, algunos se sorprendieron, pero todos sabemos que él es así, fiel a si mismo. En el 83 ya nos regaló aquel extraño pez “Swordfishtrombones” de donde parece venir todo. Inusuales instrumentos, suciedad y arreglos oscuros. Para terminarlo de adobar allí se encuentra una de sus mejores canciones; “In The Neigborhood”.

“Bottom Of The World”. Tom Waits.


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“Kathleem y yo queríamos que el disco fuera como si vaciáramos nuestros bolsillos sobre la mesa después de una noche de timbas, robos y gamberradas”.

Y así es, una vez mas su mujer Kathleen Brennan le ha dado una mano, ella firma conjuntamente casi todas las canciones, Tom no sabe escribir música y Kathleem sabe de todo; solfeo, pilota y arregla motocicletas o avionetas, ella pone en el papel las canciones y los libretos, se conocieron en Zoetrope el estudio de su amigo Coppola cuando escribía guiones, Tom es muy colega del director y ha participado en diversos proyectos; camarero que lo escucha todo en “Cotton Club”, loco comedor de insectos que sabe la verdad en “Drácula”, compuso la banda sonora de “Corazonada”, el Waits actor supondría otro extenso texto.

"Es una colección de canciones que se cayeron detrás de la cocina mientras hacía la cena. Cosas raras; melodías huérfanas".

Los tres discos son muy diferentes.
El primero “Brawlers” (alboratadores; según mi Penguin dictionary) despliega el Tom blusero canival, el boggie desquiciado, una versión de los Ramones, el Tom político (?) “Road to peace” la historia de un terrorista suicida palestino.
Bawlers (gritones, escandalosos). Para escuchar a la caída de la tarde o a la noche, el Tom sensible de siempre, el Tom country, canciones de cuna, el vals 1 2 3…
Bastards (hijoputas). El Tom mas experimental, narraciones de locutor radiofónico de madrugada, cuentos para irse a dormir, cabaret galáctico troglodita, cuentos alrededor del fuego.

Como siempre Tom recoge lo mejor de lo peor, siempre apostó por el perdedor (loser), así su música bebe –se emborracha- de la canción del trapero, el coro de la iglesia el domingo a medio día, la procesión, el desfile, todos los palos oscuros del blues pantanoso, el ciego de la esquina, el coro de borrachos, el pastor vendedor de enciclopedias a puerta fría, el cabaret Kurt Weill, la modernidad mas friki (Daniel Johnston - Primus), la carretera de Jack Kerouac y la botella de Charles Bukonski.

Olviden las etiquetas, les dirán “Tom vuelve con 56 canciones huérfanas”, 30 nuevas grabaciones, libreto de 94 hojas” es pura publicidad, lo importante está en el interior, si no disponen de los 36 euros de rigor, en la red ya hay unas cuantas.
Si hacen cuentas sale a 1,5555 canción. Tengan paciencia las dos últimas están ocultas al final.

"Orphans contiene canciones para cualquier ocasión. Algunas fueron escritas en medio de la confusión y grabadas de noche, en el interior de un coche en marcha. Otras fueron creadas en habitaciones de hotel y se grabaron en Hollywood en medio del drama y la confusión. En cualquier caso, éstas son las que sobrevivieron a la riada y fueron rescatadas de las ramas de los árboles una vez retrocedieron las aguas".